24/10/2019

Magia es lo que necesita León

Por Pedro Lechuga Mallo

A la mayoría de los mortales que sobrevivimos en el terruño leonés e incluso a los privilegiados que viven en la no capital de Castilla y León nos pilló por sorpresa la semana pasada el anuncio hecho por el ciudadano Luis Fuentes de querer aplicarle la eutanasia a la Fundación Villalar. Espero eso sí, que si al final la matan, elijan bien el lugar donde enterrarla, no sea que luego vengan otros y les dé por querer resucitarla o lo que es peor, por exhumarla. Ya se sabe, esto es sólo empezar y como estamos cogiendo el gustillo a esta práctica acabamos creando el Día de la Exhumación y nos ponemos a cambiar de morada eterna a familiares y amigos. Pensándolo bien, no está mal del todo. Es como tener tu apartamento en la playa o en la montaña. Oye, mis primeros cuarenta años de siesta terrenal los quiero pasar en León, pero los siguientes cuarenta años me decanto por Peñíscola, que ahí el clima es más benévolo. Dicho queda a quien quiera tomar nota. Primero el frío de León y luego la brisa marina de la ciudad del Papa Luna.

Pero volvamos a Luis Fuentes y a su supuesta puerta gayola, ya que tenemos que reconocer que el toro de la autonomía al que recibió de rodillas tenía los cuernos afeitados. Me gustaría verle toreando a ese mismo morlaco en Valladolid, estando en el callejón Oscar Fuentes o De Santiago-Juárez, tras haber afilado bien sus astas. Me refiero a las del animal, no a las suyas, no me malinterpreten.

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