Un buen amigo que pace al otro lado del Puerto de Pajares me nominó a través de una red social a recomendar un libro para llenar los cientos de horas muertas que tenemos por delante. A los pocos segundos de estar ante mi librería personal mis ojos se detuvieron en el lomo de un ejemplar en el que se adivinaba la silueta de varios caballos, uno de los cuales yacía en el suelo. Y en ese mismo instante retrocedí más de una década para recordar el momento en el que adquirí ‘Un día de cólera’ de Arturo Pérez-Reverte.
Este relato, que transcurre en los sucesos acaecidos el 2 de mayo de 1808 en Madrid, nos sitúa ante héroes, villanos, valientes y cobardes. Y más de dos siglos después podemos encontrar múltiples paralelismos con lo que estamos viviendo, o mejor dicho sufriendo, en nuestro país y en especial en la capital de España. Los invasores gabachos parece que van a quedar como simples aficionados respecto al invasor chino de nombre coronavirus Covid-19, quien ajusticiará a muchos más compatriotas de los que perdieron la vida por las calles madrileñas al sublevarse contra las tropas napoleónicas.
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