Los periodistas y las organizaciones profesionales del sector estamos cansados de denunciar la precariedad que acecha al periodismo. Mucha gente piensa de manera equivocada que dicha precariedad afecta sólo a pequeños medios y sobre todo en provincias. Craso error. Esta lacra está presente en prácticamente todos los ámbitos de nuestra profesión y me atrevería a decir que es predominante. Las excepciones son los periodistas que cuentan con una remuneración justa y tienen a su disposición todos los recursos que les permiten desarrollar su ejercicio profesional de la mejor manera posible.
El último ejemplo de cómo el virus de la precariedad nos rodea por completo lo encontramos en la guerra de Ucrania. Los periodistas estamos para contar lo que sucede a nuestro alrededor. Nuestra misión es narrar a la ciudadanía aquellas noticias que consideramos de especial relevancia. Si la labor de los periodistas es importante en situaciones normales, imagínense en un conflicto bélico. En este escenario, más que nunca, es de vital importancia contar con reporteros en el lugar de los hechos. Es la única manera para que puedan contar lo que uno o ambos bandos no quieren que se cuente.
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