Es contradictorio que en una época en la que tanto se habla de transparencia y en la que pensamos que gracias a las redes sociales y a la interconexión global estamos al tanto de todo, sigamos tan lejos de lo que sucede realmente tanto en nuestro entorno más cercano como en latitudes más lejanas.
Cometeríamos un error si pensamos que esta ceguera sólo atañe a temas de gran relevancia o que creemos se escapan a nuestro entendimiento por su complejidad. Ahí está el problema y el éxito de los que han diseñado esta estrategia, que consiste en pensar que somos conscientes de todo y en ofrecernos batallas aisladas en las que gastemos nuestras fuerzas.
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