11/03/2023

La música de la igualdad

Por Pedro Lechuga Mallo

Vaya ganas tenía de que por fin acabara esta semanita. Ha sido un despropósito y debería avergonzarnos como sociedad. El antes, durante y después del 8M que nos han regalado algunos personajes ha sido patético. Es lamentable ser testigos de cómo el movimiento feminista también ha caído presa de la polarización y crispación que se respira en nuestro país. Es lógico que haya diferencias en cualquier asunto. Mala señal sería que se impusiera un pensamiento único, pero en temas fundamentales debería prevalecer lo que nos une y no lo que nos separa, como tristemente es tendencia últimamente.

Es un hecho constatable que a día de hoy el feminismo en nuestro país está resquebrajándose y que el seguimiento de las manifestaciones del 8M ha sufrido un duro varapalo. Muchas mujeres y hombres han decidido quedarse en casa, quizás porque no les apetezca elegir entre un bando u otro, lo que es más que entendible. La culpa de haber llegado a esta situación, ya saben, nunca es de uno mismo, sino del de enfrente. La virtud de la autocrítica está en serio peligro de extinción. Y así nos va.

Lee aquí el artículo completo publicado en La Nueva Crónica.