Pocos días me quedan ya para enfundarme las chanclas y travestirme en un dominguero más bañándome entre medusas en el Mediterráneo. Solo me falta recoger las palas de playa que llevé para que me tensaran las cuerdas. Pocos tiros nos quedan ya por esas latitudes debido al cambio climático y al calentamiento global. Quién nos lo iba a decir hace sólo unas décadas que el norte de nuestra piel de toro se convertiría en tendencia dentro de los destinos elegidos por los turistas patrios.
Estoy ya salivando de placer pensando en ese viaje hacia las deseadas vacaciones cantando a todo volumen en el coche eso de «por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas, tra-lará». Desde hace ya algún tiempo cuando leo ciertas noticias me viene a la cabeza la melodía de esta canción de Los Payasos de la Tele, porque ya no sé si la información es verídica o parte de un monólogo de Leo Harlem.
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