Que el destino es caprichoso no es una conjetura, es una realidad. Puedes dejarte los cuernos en la búsqueda de un objetivo y quedarte a medio camino, pero también puedes ser el afortunado que, por una serie de circunstancias, algunas de las cuales son ajenas a ti, te llegan unas oportunidades que nunca pensaste que ibas a tener. Es cierto que algunos dirán que la suerte no tiene mucho que ver y que esas oportunidades llegan porque, aunque tú no seas consciente, has estado dando pasos hacia ese punto. No lo sé, quizás sea una combinación de ambas posibilidades, pero sea de la manera que sea, esta semana me siento un tipo afortunado.
Como para no sentirme privilegiado si en un intervalo de tres días me han dado la oportunidad de decir alto y claro lo que opino sobre la situación actual del periodismo en ‘Herrera en la Cope’, ‘Horizonte’ en Cuatro y en ‘El Canal del Coronel’ de mi tocayo Pedro Baños. Mentiría si no reconociera que mi porcentaje de orgullo personal ha tenido una subida nada desdeñable durante esta semana, aunque soy consciente de que eso es algo eventual y pasajero. Pero por lo que estoy tremendamente feliz es por haber podido compartir mi visión con millones de personas gracias a la difusión a nivel nacional e internacional de estos espacios informativos.
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