17/05/2022

Años de tinta y plomo

Por Pedro Lechuga Mallo

Todos los reconocimientos y premios son importantes, pero en ocasiones hay matices que inexorablemente hacen que algunos tengan un significado especial. Esto es lo que ocurre con el ‘Premio Colmena’, que la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castila y León ha otorgado al Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León en representación de todos los profesionales periodísticos de la comunidad autónoma. Este galardón no entiende de fronteras y es un homenaje a todos los periodistas asesinados y amenazados por la banda terrorista ETA durante décadas en nuestro país.

Debería ser una obligación de todos, agentes políticos y sociales, impedir que caiga en el olvido la barbarie cometida por los asesinos de ETA, quienes contaron con la complicidad y colaboración de personas que eran y son tan fundamentalistas que los pistoleros etarras. Para más inri, a día de hoy algunos de ellos todavía se atreven a dar lecciones de libertad y de democracia. Por esta razón, los periodistas y los medios de comunicación siguen jugando un papel clave para visualizar los problemas que actualmente siguen teniendo las víctimas del terrorismo y colaborar en la construcción de una memoria colectiva, que permita que nunca se olvide el horror provocado por los terroristas de ETA y sus secuaces.

Lee aquí el artículo completo publicado en La Nueva Crónica.