Qué ganas de disfrutar de un fin de semana tranquilo, tras la pesadilla vivida en mi casa el domingo a costa de la huelga de juguetes. Estaba todo ya pactado y habían garantizado respetar unos servicios mínimos, pero al final los piquetes hicieron de las suyas. Los piratas de Playmobyl se pusieron farrucos impidiendo a las Barbies ejercer su derecho a jugar. Menos mal que al final llegó un grupo de Bellys y pusieron calma en la disputa.
Fíjense si me dejó marcado este asunto, que este jueves mientras me dirigía a Valladolid para participar como tertuliano en ‘Cuestión de Prioridades’, barruntaba la idea de aprovechar la presencia del secretario de Acción Sindical de UGT en Castilla y León para preguntarle su opinión sobre las acciones tomadas por el sindicato de los juguetes. Eso sí, el placer de conducir por la nacional de León a Valladolid, disfrutando de la arquitectura de todas las localidades por las que transcurre el trayecto, hizo que sin darme cuenta estuviera sentado en el estudio de La 7, donde entré como Pedro Lechuga y salí como Pedro ‘El irónico’.
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