Cada cierto tiempo me asalta la duda de si los leoneses estamos siendo protagonistas sin saberlo de un experimento al estilo ‘El show de Truman’. Es la única explicación para encontrar sentido a ciertos fenómenos paranormales a los que uno tiene que enfrentarse un día sí y otro también ante ciertas declaraciones de los que deberían ser los más listos del lugar. Cuando salgo de casa lo primero que hago es mirarme en el espejo del ascensor para ver si se me ha quedado cara de Jim Carrey. De camino al trabajo me voy fijando si siempre me cruzo con las mismas personas y es el mismo coche el que me deja pasar en el paso de cebra. Sospecho que somos los actores de un experimento televisivo con tintes de tragicomedia, en el que nos van lanzando estímulos cada vez más surrealistas para ver nuestro comportamiento. Al menos, nos queda el consuelo de que estamos haciendo pasar unos buenos momentos a los espectadores de ‘El show de León”.
Los desalmados guionistas acordaron en marzo de 2020 meter un giro en la historia con la puesta en marcha de la Mesa por León y así ver nuestra reacción ante esta nueva tomadura de pelo. Han ido introduciendo nuevos elementos que hacían mejorar o empeorar unas expectativas, que para el que les escribe fueron nulas desde el mismo momento en el que se conoció que los integrantes de dicho engendro representaban a las instituciones, partidos políticos y entidades culpables de la situación actual del terruño leonés.
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