Ayer tuve la suerte y la responsabilidad, por qué no decirlo, de hablar sobre la Constitución y el periodismo en el acto conmemorativo del aniversario de nuestra ‘Carta Magna’, celebrado en la capital leonesa. Lo dije en mi discurso y lo reitero en esta columna, siempre me ha hecho gran ilusión compartir quinta con nuestra querida Constitución, ambos nacimos en 1978, por lo que me alegró enormemente la invitación a participar activamente en este evento.

Como no podía ser de otra manera y teniendo en cuenta que estaba representando a la Asociación de Periodistas de León, decidí entrelazar la vida y trayectoria de la Constitución y del periodismo en nuestro país. Creo firmemente que ambos se deben mucho mutuamente. La Constitución recoge la libertad de prensa y el derecho a la información, dos pilares básicos para que el periodismo llevado a cabo en nuestro país durante las últimas cuatro décadas haya podido ejercer con garantías el servicio esencial que debe desempeñar en cualquier sociedad democrática. Y, por otro lado, el periodismo siempre ha estado ahí para informar sobre las ocasiones en que personas, colectivos o entidades de cualquier tipo han intentado vulnerar o han vulnerado los derechos recogidos en ella.

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