La fechoría ya está hecha. Hemos sido testigos de un nuevo cambio de cromos entre partidos políticos, traicionando el interés general. Habrá quienes les compren su mensaje manipulado, pero allá ellos y su ignorancia y sectarismo. Lo que han hecho el Gobierno y sus socios con el nombramiento de los integrantes del Consejo de Administración de RTVE no tiene nombre. Bueno, sí lo tiene, es una canallada que aumenta la politización de este medio de comunicación público.
La Red de Colegios Profesionales de Periodistas y otras organizaciones profesionales alertaron sobre la intención real que estaba detrás de la decisión del Gobierno de modificar el modo de designación de los miembros de dicho Consejo. Antes los consejeros debían contar con la mayoría de dos tercios del Congreso para ser elegidos, pero ahora basta en segunda ronda con mayoría absoluta. Es decir, no hace falta contar con el apoyo de la oposición. Por otro lado, el Consejo estaba formado por 10 miembros y ahora pasa a 15, de los cuales 11 son elegidos por el Congreso y 4 por el Senado. En resumen, la radio y televisión pública pasa a estar controlada por el Gobierno y sus socios.
Algún iluso podría pensar que, a pesar de haber modificado la ley para tener un control político absoluto del ente público, los once consejeros propuestos por el Congreso se caracterizarían por su independencia y no tendrían vinculaciones directas con los partidos políticos que les eligen. Vamos, que el criterio que primaría para su elección sería la profesionalidad e independencia, no su servilismo ideológico. No hay más que leer sus currículums para ratificar su militancia y servicio intachable a los partidos que les han propuesto.
Lee aquí el artículo completo publicado en La Nueva Crónica.