No es la primera ni será la última vez que me desahogo en esta columna hablando de la autocensura. Aunque mucha gente ya la haya asumido como normal e incluso como positiva, considero una obligación moral el alertar sobre los peligros y las consecuencias tan nefastas que esta provoca. Además, este virus no sólo ha infectado a un sector de la sociedad o profesión en concreto, sino que se ha propagado a un ritmo que me atrevería decir, estamos desde hace tiempo ante una pandemia de autocensura.
A pesar de que soy consciente del sinsentido en el que vivimos, cuando uno escucha a alguien hablar sobre este tema, es cuando uno vuelve a desesperarse mientras piensa cómo hemos podido llegar a este punto. La entrevista que Pablo Motos hizo a Karra Elejalde, con motivo de la presentación de su última película ‘La vida padre’, es uno de los últimos ejemplos. Durante su conversación y como era de esperar salió a la palestra ‘Airbag’, de la que es guionista junto a Juanma Bajo Ulloa y Fernando Guillén Cuervo. No descubro nada al decir la calidad del peliculón que hace 25 años se estrenó en la gran pantalla. Una obra de arte y un ejemplo sublime de regodeo a lo políticamente correcto. Karra Elejalde reconoció que ha presentado posteriormente guiones menos ‘heavies’ y que no habían prosperado, llegando a la conclusión de que hoy en día ‘Airbag’ no se podría haber hecho, porque nadie se atrevería a emitirla. Esta realidad conlleva algo muy triste, abrazar a la autocensura para sobrevivir.
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