Hablemos de terrorismo
Esta semana participé en la presentación de las primeras jornadas autonómicas sobre terrorismo en Castilla y León, organizadas por la Asociación de Víctimas del Terrorismo y el Colegio Profesional de Periodistas y que tendrán lugar el 25 de septiembre en Valladolid. En mi intervención opiné sobre la importancia que seguimos teniendo a día de hoy los periodistas para dar visibilidad a todo lo relacionado con las víctimas del terrorismo pasado, actual y el que está por llegar.
No es la primera vez, ni será la última, en la que hablo sobre el terrorismo y el dolor que ha provocado a la sociedad española. Por esta razón, la indignación me invade cuando veo cómo algunas personas se esfuerzan en visibilizar algunas situaciones de nuestro pasado más o menos cercano, mientras que pasan de puntillas por el terrorismo de ETA. Una postura que también es adoptada por algunos compañeros de profesión, lo que me cabrea aún mucho más. El motivo por el que se autoimponen una amnesia selectiva sólo lo saben ellos, pero allá sus conciencias.
Los periodistas nos debemos a la verdad y no a los intereses cambiantes de ideologías o de partidos políticos. Nosotros no debemos dejar de lado a las víctimas. Estamos en la obligación profesional y moral de seguir dándoles visibilidad y hacer públicas sus demandas. Esta premisa choca frontalmente con la decisión repugnante de algunos de manipular el relato de lo que sucedió durante décadas en nuestro país, blanqueando a asesinos y a sus cómplices convirtiéndoles en hombres de paz.
Lee aquí el artículo completo publicado en La Nueva Crónica.
Leer más