06/07/2024

Sin árbitro no hay democracia

Por Pedro Lechuga Mallo

Como estamos en modo Eurocopa me van a permitir que utilice la jerga futbolística para describir lo que a mi juicio me parece una brutal hipocresía y una falta imperdonable de honestidad. Me refiero a lo que está pasando en nuestro país en relación a la Justicia. O mejor dicho y afinando el tiro, al comportamiento indecente que están protagonizando algunos políticos, opinadores y periodistas travestidos en comisarios políticos.

Es inaudito tener que recordar que si nos cargamos al árbitro, el partido acabará a puñetazo limpio entre los jugadores, ya que sobre el campo habrá desaparecido la figura que representa la autoridad y que debe decidir cuándo un jugador comete una falta o un balón ha superado la línea de gol. Pues esto es lo que ocurrirá ineludiblemente fuera de los estadios de fútbol si algunos siguen en su empeño de cargarse a quienes dictan sentencia.

Los hooligans de uno y otro fondo están enzarzados en desprestigiar a los árbitros con toga cuando sus decisiones no son beneficiosas para su equipo. Cuando la resolución judicial coincide con sus intereses particulares entonces se convierten en los máximos defensores de la Justicia y de la separación de poderes, pero cuando ésta les deja con las vergüenzas al aire entonces ese juez o tribunal son mercenarios del equipo rival.

Lee aquí el artículo completo publicado en La Nueva Crónica.